Vaciar la taza

Nos podemos dar cuenta que "el aprender" no es un proceso sencillo, sobre todo si adquirimos conciencia de los numerosos obstáculos que pueden entorpecer la aprehensión de nuevos conocimientos y destrezas.

Sin duda, las disposiciones física, emocional y mental son básicas en ello; una manifestación de esa disposición es el deber del aprendiz de vaciar la taza, esto es, despojarse de los juicios que se arrastran de la historia de vida y de experiencias pasadas; liberarse de esas piedras cognitivas, alimentadas de ego y presunción, que en vez de dejarnos tomar datos limpios, suelen impedirlo llevándonos a oír sólo lo que queremos oír, y a ver lo que creímos haber visto alguna vez.

No se puede perder la espectacular oportunidad de hacernos de nuevos conocimientos, bajo la premisa de la humildad y la conciencia que en cada oportunidad son distintas las maneras de ver las cosas: así Ud. cuando vio una película a los 12 años aprendió cosas que no son las que aprenderá hoy que tiene 40...cada día nuestra historia vital es distinta, y por tanto cada día que sucede nuestra visión de las cosas y de la vida muta, por más que pueda pasar inadvertido.     

Si está aburrido con su vida, por favor no se meta en la mía

Desde hace mucho nuestra sociedad ha transformado un fenómeno humano inofensivo en un vicio maligno: preocuparse de la vida de otras personas, pero en forma desmedida y morbosa, pero lo peor, es que los medios de comunicación social han legitimado e instaurado esta práctica como algo "entretenido", en una profesión periodística que requeriría del más profundo análisis crítico e investigativo, esto es, algo realmente merecedor de la más profunda seriedad.

Si, hablamos de los programas y reportajes de farándula, las revistas del corazón, los realitys, y cuántos productos más pueda arrojar la imaginación comercial y "marketera", de quiénes han transformado esto en una verdadera pseudociencia, no pudiendo explicarme cómo logran dedicarle horas a la separación de fulano de tal, o a la ofensa que uno le dio a la modelo por twitter,  al vestido que colocó sutana, etc, etc.

Podrían haber variadas explicaciones, y en la que muchos estamos meridianamente de acuerdo, es que asistimos a una era del profundo aburrimiento, la gente no sabe como entretenerse, como hacer de sus vidas algo satisfactorio, por lo que encuentran consuelo en comparar sus lateras vidas con la de estos personajes intrascendentes que los medios elevan a la categoría de ídolos...ver que uno de ellos tuvo un ostentoso matrimonio cuya relación duró tres meses, que la otra quedó embarazada a los 16 años, que a la prostituta farandulera le rematan la casa DFL 2...es una verdadera droga existencial, un alivio frente a la desgracia personal: "si a este ídolo, a este semidios de los medios pasó por estas desgracias y bajezas, entonces lo que me pasó a mi fue de lo más normal".  

A otro nivel pasa con las personas en general, con nosotros, cuando se goza criticando y analizando la vida del resto, el llamado pelambre...¿Acaso no se cae en lo mismo, como si fuese un deporte relajante y que se usa para acercarse a las personas por la complicidad que se genera? Si bien todos debemos estar inmunizados en contra de los juicios que los demás formulen a nuestro respecto, sólo diré con validez universal: si está aburrido con su vida, por favor no se meta en la del resto, preocúpese primero de la cagada que pueda haber en la propia...